mientras estos días estoy en Barcelona, he leído un libro sobre la vida y obra de Frida Kahlo que tenía mi madre. no sabía absolutamente nada de ella y este año he visto su nombre y sus retratos en innumerables ocasiones, en entornos muy diferentes, así que me hizo gracia ojearlo. nunca había sido, hasta ahora, de leer biografías; suena muy mal pero pocas vidas me parecían suficientemente interesantes como para leerme un libro entero sobre ellas. presunción muy equivocada que estoy enmendando porque en los últimos meses nada me resulta más apetecible que aprender sobre la vida de otras personas: sobre sus experiencias, sus porqués, sus caminos, sus procesos, sus éxitos, sus sombras, sus aprendizajes.
su vida me dejó pensando un buen rato. no tenía ni idea pero Frida Kahlo no lo tuvo nada fácil. un autobús la atropelló cuando era jovencita, condicionándola para siempre. debido al accidente pasó largas temporadas hospitalizada y en cama, le tuvieron que realizar numerosas operaciones -incluyendo la amputación de la pierna derecha-, y el dolor físico se convirtió en un compañero de por vida aunque, probablemente, lo que más le doliera fue no poder tener hijos porque su cuerpo no era capaz de resistir un embarazo, a pesar de intentarlo repetidamente. la relación con su marido, Diego Rivera, tampoco fue fácil: los dos se querían con locura y él lo era todo para ella (así lo decía en su diario y en cartas a amigos) pero fue una relación tormentosa, con terceras personas de por medio y eso produjo mucho sufrimiento a la artista.
y, entremedio de todo este dolor, padecimiento y sentimiento de soledad, ella pintaba y, sobre todo, se pintaba. a medida que avanzaba con la lectura del libro me venían a la cabeza unas palabras de Mönica Bedmar que leí en su curso un paseo por lo invisible: sufrir activa algo en nuestro cerebro que hace que queramos reinventarnos para no sufrir más; eso es creatividad, saber darle la vuelta a un momento difícil, hacer las cosas desde lo más profundo de nuestro ser. la pintura y, muy especialmente los autorretratos, fueron su forma de expresar el sufrimiento y el malestar que sentía, su vía de escape. y me pareció muy sorprendente que algo que nació como un pasatiempo para hacer más llevaderas las largas horas postrada en cama la convirtiera en una grandísima artista, reconocida en todo el mundo e, incluso mejor que eso, la ayudara realmente a sobrellevar las malas experiencias y su dolor. yo, que no entiendo nada de arte, ni de estilos, ni de autores, ni sé valorar la calidad de un cuadro más allá del me gusta o no me gusta, he disfrutado enormemente descubriendo sus obras y entendiendo su significado.
algo parecido me pasó hace 5 o 6 semanas cuando vi con Rícard un documental en netflix sobre la vida de Bob Marley. es su cantante favorito y, más allá de que me haga gracia escucharlo porque sus canciones dan buen rollo y porque sé que a él le gusta, me parecía un hombre fumado y viva la vida que en sus momentos de inspiración escribía canciones. presunción grande y errónea (mucho) nuevamente. disfruté enormemente aprendiendo sobre su vida, escuchando a otras personas hablar de él y dándome cuenta de que fue un gran revolucionario, una persona que contribuyó muchísimo a cambiar su país, Jamaica, y, hasta me atrevería a decir, también un poco el mundo. puestas en contexto, las letras de sus canciones están cargadas de significado y es un deleite escucharlas y ver el mensaje que quería transmitir con ellas.
no sé bien por qué escribo sobre todo esto; supongo que porque me he dado cuenta de hasta qué punto mi ignorancia me tenía en el error y porque me he sorprendido de lo enriquecedor que puede ser aprender de la vida de los demás. ya hace tiempo que disfruto de ello a través de las entrevistas que publico sobre artistas, emprendedores y artesanos pero hasta hace bien poco no me había planteado aprender también de personas que forman parte de la historia. leer y escuchar sobre sus vidas me hace sentir más motivada, más acompañada, más inspirada.
a pesar de que ahora mismo tengo una lista de libros pendientes que da miedo de lo larga que es, hay alguna biografía (leída o en documental) que merezca la pena?
buen miércoles y buen inicio de agosto! ***
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Y me apunto el documental de Bob Marley, que por casa también tengo un adicto a la música. ;)
A mi me ha encantado el post-reflexión
me apunto "instrumentals", suena precioso. un beso! ***