notas de mi diario y mis cosas del 2017


Galicia, Allariz
silencio. quietud. naturaleza abundante, paisajes prácticamente inalterados por la mano del hombre. aire limpio. ir hacia dentro, estar conmigo misma. leer, escribir, cocinar, descansar, recuperar. cuidarme.

necesito esto, me encantaría disponer de ello ahora. me siento removida y no sé por qué. diciembre fue demasiado estimulante, demasiado exigente. será que el cuerpo me pide equilibrarlo con lo opuesto o es que esta es en realidad mi «esencia», hacia lo que gravito de forma natural? cada vez soy más buena en escucharme, en identificar lo que necesito a cada momento y en procurármelo; esta sintonía conmigo hace que cada vez me cueste más navegar en aguas que no son las mías, en sentirme incómoda fuera de mi hábitat? es como mi incapacidad para disimular cuando algo o alguien no me gusta, ya no sé hacerlo, se me nota mucho. es esto bueno o malo? supongo que simplemente «es». es como es; me permite ser más honesta y transparente, y me dificulta en algunas situaciones sociales.

me siento rara, en un impás. no entiendo muchas reacciones de mi cuerpo y esto me frustra y me enfada. no sé cuál es el siguiente paso en muchos ámbitos y me desespero, la incertidumbre y yo nunca nos hemos llevado bien.

Galicia ha sido un regalo. paisajes de viñedos que se pierden en el horizonte, lugares poco poblados, personas cálidas, sonrientes y acogedoras, comida sencilla y llena de sabor, tardes de lectura y escritura en el recogimiento de la habitación, menos estímulos… y la lluvia fina e incesante y la niebla sigilosa, siempre presente… Galicia ha sido como un suave mecer de cuna, algo que te arropa y te acaricia, algo que te serena.

la vuelta a Madrid ha sido… brusca? en realidad, no, ha sido una entrada suave, pero vuelvo aquí y siento que ya debería haber llegado a alguna parte, que ya se ha acabado este tiempo de impás; toca definirse, tomar decisiones y actuar. y yo quiero seguir el ritmo de la gente, no quiero quedarme atrás, pero no sé qué decisiones tomar y me bloqueo y me siento estúpida y diferente por no ser capaz de mantener la misma velocidad que el resto.

aceptación y fluir, no poner resistencias, estas son las claves. y, en medio de este batiburrillo mental, mis cosas del 2017, lo que quiero recordar. en 2017…

  1. nos dimos cuenta de que tenemos que continuar buscando nuestro lugar en el mundo
  2. nos enamoramos perdidamente de Menorca
  3. … y de Amsterdam y Estocolmo
  4. fui capaz de juntar muchas de mis pasiones y darles forma a través de un libro 
  5. me sentí activa profesionalmente de nuevo y me hice autónoma
  6. celebramos 2 grandes fiestas, una en Madrid y otra en Barcelona, que me emocionaron mucho
  7. mi hermano volvió a Europa y ahora lo tengo más cerquita que antes
  8. tuve la gran suerte de ganar algunas amigas muy especiales
  9. participé en 2 reportajes que contribuyen a difundir un estilo de vida en el que me veo 100% reflejada, más beneficioso para nosotros y para el planeta
  10. afiancé varios pasos y gestos en este estilo de vida más sostenible
  11. me di cuenta de hasta qué punto mi cuerpo es sensible y lo importante que es que respete su ritmo y necesidades; si lo fuerzo, me pasa factura
  12. gané mucha rapidez a la hora de identificar qué va conmigo y qué no y, aunque me sigue costando, voy aprendiendo a quedarme solo con lo que sí
  13. tuve una celebración de cumpleaños preciosa pasando un fin de semana los 4 en Capbreton
  14. probé por primera vez el surf y decidí que quería aprenderlo de verdad 
  15. celebramos los 80 años de mi abuela en una fiesta íntima que no se esperaba para nada
  16. me afronté a heridas antiguas que sabía que seguían abiertas y las trabajé. me quedé con la sensación de estar curada internamente
  17. cambié la mirada en muchas de las cosas que me ocurren, dejando una postura más victimista por otra que acepta la realidad como es (la mayoría de las veces)
  18. dejé de pelearme constantemente conmigo y de despreciarme por cómo soy. me querí mucho más y cada día estoy más a gusto en mi piel, siendo como soy
  19. gracias al punto anterior, gané mucha paz interna
  20. aprendí a escucharme mucho más y a respetar mis necesidades
  21. aprendí lo importante que era para mí poner límites y empecé a ponerlos (con dificultad y torpeza)
  22. retomé la natación y la disfruté (y sigo disfrutando) muchísimo. fui capaz de ser constante con un deporte
  23. la imagen de cómo quiero que sea mi vida se volvió más y más nítida
  24. fui capaz de redactar una nota de prensa, hacer un catálogo de producto, dirigirme a medios… hacer la difusión del libro aunque, a día de hoy, me sigue costando horrores
  25. hubo un «click» en mi relación con la alimentación: entendí y acepté que mis intolerancias no eran pasajeras y que lo que necesitaba, en realidad, era cambiar el planteamiento. aprendí algunas recetas sencillas y empecé a disfrutar mucho más en la cocina
  26. viajamos bastante por España y quedamos prendidos de Cantabria
  27. pude conocer a muchas personas que seguía online y a las que admiraba profesionalmente
  28. me frustré nuevamente con una enfermedad que no logro comprender y que se resiste a desaparecer
  29. lo vi varias veces trabajar en directo y me emocioné cada vez que escuchaba a compañeros suyos, jefes o personas a su cargo hablarme de él
  30. gracias al libro conocí a muchos emprendedores que son auténticos ejemplos de valentía y constancia y que ponen todo su cariño en su trabajo, y eso fue la mejor motivación para continuar con la realización del libro
  31. me sentí profundamente triste y consternada por la situación que se vivió (y se vive) en Catalunya, y me desconcertaron y dolieron varias reacciones que hubieron en el resto de España
  32. decidí poner atención durante un mes a las pequeñas cosas del día a día por las que sentirme agradecida y me emocioné al ver que tanta gente se sumaba a la iniciativa conmigo (más de 60 personas!)
  33. me sentí muy acompañada, querida y arropada por personas que leen el blog o que me siguen en redes sociales
  34. me emocioné y vibré de felicidad con cada comentario recibido de personas que habían comprado y leído el libro Historias de Madrid


pd. «mis cosas del 2017» es una idea que vi en la newsletter de Andrea. no me apetecía marcarme propósitos para el 2018 pero sí me parecía importante, antes de cerrar el año, echar la vista atrás para ser consciente de todo lo que había ocurrido y quedarme con lo que me gustaría recordar

6 Comments

  • Hermoso post Anna!
    es hermoso lo que dices, y que sea lo que tenga que ser...es asi, a no desesperar, creo que uno llega a un punto en la vida en que lo importante es escucharse, saber que es lo que queremos y tratar de alinear lo que hacemos y cómo lo hacemos para lograrlo. Fuiste uno de los lindos regalos del 2017, te seguía hace años pero este año hemos estado mas cerca y puedo decirte que sos puro corazon, gracias por estar y que el 2018 nos permita alinearnos a lo que realmente queremos. Abrazo enorme!!!
  • Qué identificada con el "y yo quiero seguir el ritmo de la gente, no quiero quedarme atrás, pero no sé qué decisiones tomar y me bloqueo y me siento estúpida y diferente por no ser capaz de mantener la misma velocidad que el resto." Pero ¿y si tu velocidad es la adecuada? ¿Y si son los otros los que deberían frenar? A mí tú balance del 2017, me parece lleno de cosas que yo no he alcanzado a hacer! Ánimo! A veces el impás es y debe ser más, largo de lo que uno desearía, pero no por ello deja de ser menos necesario. Abrazo
  • creo lo mismo que tú, Vicky :) gracias a ti también por acercarte y por querer que un trocito de mí estuviera primero en el blog de Puente Estudio y, después, formando parte de Viajar Inspira. un abrazo enorme y que el 2018 permita exactamente eso ***
  • gracias Gemma. en realidad poco importa la velocidad que lleven los demás, no? ayer por la noche justamente lo hablaba con rícard: los problemas (en mi caso) empiezan muchas veces cuando pongo la mirada fuera en lugar de a dentro, ahí es cuando empiezo a dudar, a cuestionarme, a agobiarme… los procesos llevan el tiempo que llevan y eso no es bueno ni malo, es, simplemente. y lo bonito es que podamos vivirlos para aprovechar la experiencia que nos brindan. en fin, conversaciones conmigo misma… :) ánimo si tú también te sientes "atrapada" en estos 2 ritmos a veces. un abrazo grande y gracias por escribir aquí y compartir. un beso ***
  • Anna, que bonito escribes ...otra vez emocionada, emocionada de tantas cosas que has realizado este año pasado (todas de tanto agradecimiento, apenas hay de resentimiento ...te das cuenta?) no me extraña lo que dices de Madrid, estuve estas navidades, como siempre para Reyes y el ritmo de esa ciudad es...demasiado arrollador y por lo que te leo, tu, eres de mas calma, es bueno te tomes tu ritmo, quizás lo que dice otra comentaría, el ritmo equivocado es de los demás, demasiado frenético...aquí mientras te escribo y te leo, y escucho Mocedades y me vuelvo a emocionar " donde estas corazón no oigo tu palpitar .....ufff, un beso y ganas que me dediques tu libro cuando nos veamos de nuevo.
  • hola Elena, sí, creo que mi ritmo no es el mismo que el de Madrid, pero la gracia estará en mantenerlo a pesar del ritmo externo y, ahora que he visto cómo de importante es para mí, estoy empeñada en conseguirlo :)
    un abrazo muy grande, a ver si podemos volver a coincidir prontito ***

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