Esta Semana Santa pasada hemos hecho una breve escapada a la capital, aprovechando los días festivos. Los dos la conocíamos pero habíamos ido hacía tiempo y por separado, de modo que había ganas de volver. Además, a mí me apetecía disfrutar un Madrid diferente: tenía ganas de descubrir rinconcitos de la ciudad, cafeterías, restaurantes y lugares especiales para poderlos compartir después, así que eso hemos hecho y este ha sido el resultado.
Sin embargo, antes de empezar apunto que he pensado hacer posts individuales de algunos de los lugares y una breve descripción aquí de otros, para evitar que esto se convierta en la Historia Interminable. Empecemos, pues:
Vaya por delante que Madrid impresiona: tan majestuosa, tan cuidada, tan elegante… Pasear por la ciudad ha sido un verdadero placer. No obstante, yo me identifico más con un poco de desorden y no todo “tan bien puesto”, por eso las zonas que más me han gustado han sido Chueca, Malasaña, la Latina y Lavapiés.
Chueca y Malasaña están una al lado de la otra y la calle que las delimita es Fuencarral. Los dos barrios son una mezcla de aires bohemios y alternativos pero, a la vez, cosmopolitas y 100% genuinos. Hay un montón de locales (ya sean cafeterías, restaurantes o tiendas) agradables y originales para pasar el rato. A continuación os pongo algunos que nos han gustado especialmente:
Para comer, uno de los días fuimos a Naif, un bar-restaurante que está tocando a la plaza San Ildefonso. El espacio mezcla decoración industrial y arte urbano, y el concepto de cocina con el que trabajan es el fast fine (cocina rápida pero elaborada y con ingredientes de calidad), de modo que la oferta culinaria consiste en ensaladas y entrantes, sándwiches y hamburguesas. Además de bueno, es muy asequible (se puede comer por 10€-15€).
Dirección: c/ San Joaquín, 16. 91 007 20 71 (M. Tribunal)
Horario: de lunes a domingo, de 12.30h a 01h (de jueves a sábado, hasta las 02.30h)
Otro lugar de la zona que nos convenció fue AIÒ, un bar-restaurante de cocina 100% sarda. Hay poca variedad (principalmente empanadas, trozos de pizza y lasañas) pero se come rápido y bien (¡y muy bien de precio!). La decoración del espacio es curiosa, con bicicletas colgadas en la pared y muebles que se pueden comprar.
Dirección: Corredera baja de San Pablo, 25. 91 009 64 69 (M. Callao)
Horario: lunes, cerrado; de martes a jueves, de 12.30h a 01h; viernes y sábado, de 12.30h a 02.30h; domingos, de 12.30h a 01h
De todos modos, el que más nos gustó a nosotros fue Le Patron. En los próximos días (o semanas) haré un post más detallado del lugar pero adelanto que es un pequeño bistrot francés, con una decoración muy cuidada, que crea un clima muy acogedor, y ofrece una carta exquisita.
Dirección: c/ Barco, 27. 91 552 36 44 (M. Gran Vía / Callao)
Cafeterías solamente destacaré una, a pesar de haber visto y probado muchas y muy agradables: Mamá Framboise. Una delicia de lugar. Quiero dedicarle un post entero pero ahora ya digo que se trata de un salón de té y pastelería absolutamente encantador.
Dirección: c/ Fernando VI, 23. 91 391 43 64 (M. Chueca / Alonso Martínez)
Por último, y para cerrar las propuestas de esta zona, quiero adelantar también los datos de una tienda que es mucho más que eso: Do design. Solo apunto que se trata de una combinación de arte, moda, diseño y café.
Dirección: c/ Fernando VI, 13. 91 310 62 17 (M. Chueca / Alonso Martínez)
De la Latina nos gustó mucho el ambiente tan animado que se respiraba. Hay muchísimos bares y restaurantes de tapas y pinchitos, muchos de ellos con terracita incluida en las que apetece sentarse y charlar mientras se toma algo.
En una de las plazas de la Latina, la Plaza de la Paja (plaza donde se instalaba el mercado antiguamente cuando la Plaza Mayor era un descampado) está La Musa Latina, un bar-restaurante perteneciente al grupo La Musa que no tiene desperdicio. Tiene dos espacios muy definidos: uno informal para tomar unas cañas y comer unas tapas; y el otro, al lado de un jardín vertical, para cenar más tranquilamente. El surtido de tapas es muy variado y la verdad es que nos pareció todo buenísimo. ¡Fue un gran descubrimiento!
Dirección: Costanilla de San Andrés, 12. 91 354 02 55 (M. La Latina)
Horario: de lunes a miércoles, de 12.30h a 00h; jueves, de 12.30h a 00.30h; viernes, de 9h a 02h; sábado, de 12.30h a 01h; y domingo, de 13h a 00h
De la zona que se conoce como el Madrid de los Austrias, que incluiría las callejuelas que rodean la calle Mayor, la Plaza de la Villa, la Plaza de la Paja y la Plaza Mayor, diría que es de obligada visita El Mercado de San Miguel. Este mercado, construido en 1913, es un mercado gourmet de productos españoles. Las diferentes tiendecitas del mercado ofrecen tapas con ingredientes de gran calidad y puedes ir de una a otra picoteando los más diversos platos. El único inconveniente que hay es que suele estar lleno de gente, con lo cual sentarse en las mesas que hay en el centro del mercado se convierte prácticamente en una misión imposible.
Dirección: Plaza de San Miguel (M. Ópera / Puerta del Sol)
Horario: de lunes a domingo, de 10h a 22h (jueves, viernes y sábado, hasta las 00.20h)
La verdad es que Madrid es una ciudad que ofrece infinidad de propuestas y opciones muy variadas. Tienes la parte más histórica y majestuosa, que sería el Madrid de los Austrias; la parte más bohemia y alternativa, Chueca y Malasaña, por un lado, y la Latina y Rastro, por el otro; la parte más multicultural, Lavapiés; la zona más acomodada y (¿por qué no?) pija, que sería Salamanca; la zona más cultural que podría ser el Barrio de las Letras, un área 100% natural que sería el Parque del Retiro… Como decía, mucha oferta y muy variopinta. Ahora bien, si yo solamente dispusiera de un día para conocer la ciudad, mi ruta empezaría por una visita al mercado del Rastro (un must si coincides un domingo o festivo). De ahí iría a la zona del Madrid de los Austrias, pasando primero por la Plaza de Santa Ana, en el Barrio de las Letras, a tomarme una caña. Comería unas tapas de primera en el Mercado de San Miguel y después tomaría el postre en el Mamá Framboise (mi apuesta personal: coulant de chocolate). Una vez recuperados del trajín de la mañana, una vueltecita por Chueca y Malasaña y después me perdería un rato en el Parque del Retiro, entre sus árboles, caminitos y estanques. Entraría por la puerta de Alcalá y saldría por la que queda cerca de Atocha para poder ir hacia la Latina, cruzando Lavapiés, y acabar cenando en La Musa Latina.
¿Os animáis a hacer la ruta?
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