Ayer pensaba que hace muuuuuchos días que no pongo una receta así que hoy, toca. Este pastel me encaaaanta, es, sin duda, uno de mis favoritos. La receta es de mi abuela y es un pastel que suele hacer cuando vamos a comer a su casa.
Hace unas semanas vinieron a casa unas amigas y se la pedí para prepararlo a modo de merienda. La verdad es que la receta es facilita y el pastel quedó muy bueno, aunque a mí me gusta más cuando lo prepara ella (será ese toque secreto que tienen las abuelas :))
Bueno, a por los datos técnicos:
ingredientes
– 1 paquete de galletas María hojaldradas (un paquete, uno y medio, dos… depende de cómo de largo queréis que sea. Las cantidades de esta receta son para un pastel de 22 galletas)
– 1 cucharada y media de azúcar (sopera)
– 4 cucharadas soperas de colacao
– 50g (aprox.) de ralladura de coco
– 125g de mantequilla
– 1 huevo
– 1 taza de café (taza tamaño café solo)
– 1 taza de leche (la misma cantidad que del café)
preparación
1. En un bol, verter el azúcar, el colacao, 1 cucharada y media de ralladura de coco y la mantequilla. Mezclar con un tenedor hasta que se haga una pasta. Tiene que ser una pasta cremosita; si queda muy espesa, añadir un poquito de leche
2. Separar la yema y la clara del huevo. Añadir la yema a la pasta que acabamos de hacer y mezclar.
3. Poner la clara en un bol y batirla a punto de nieve y reservar para el final
4. Preparar el café y verterlo en un plato hondo o un cuenco. Añadir a continuación la leche
5. Ir mojando las galletas en el café con leche (vuelta y vuelta rápidas para que no se deshagan) y, por el lado donde la galleta no está escrita, untar con un cuchillo la pasta que hemos preparado, de modo que las galletas se van «pegando» unas con otras con la pasta
6. Cuando hayamos terminado, con la pasta que haya sobrado, untar por encima las galletas de modo que todas las galletas queden recubiertas
7. Untar con un cuchillo la clara del huevo que habíamos batido a punto de nieve, por encima del pastel
8. Cubrir el pastel con la ralladura de coco. Después se le pueden añadir, si se quiere, nueces o guindas o cualquier otra cosa para adornar
9. Último paso: aunque no es estrictamente necesario, mejor si se deja en la nevera unas horitas (2 ó 3, tampoco hace falta mucho) porque así es como que el pastel tiene más estructura y sabe mejor.
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