fui a parar a la página de Everlane gracias a la revista Cereal. leyendo su número 7 di con un artículo donde hablaban de una marca de ropa con sede en San Francisco cuya máxima era radical transparency (transparencia radical), y eso significaba, entre otras cosas, que desglosaban el coste de cada pieza, incluyendo la parte de beneficio para la empresa, y lo ponían a disposición del cliente, junto al precio de cada ítem.
me picó enseguida la curiosidad así que no tardé nada en meterme en su web para averiguar un poco más sobre ellos. lo que he encontrado me ha gustado tanto que he decidido hacer un post 🙂
y es que resulta que Everlane nació en San Francisco en 2010 por gracia de Michael Preysman, un chavalín de 25 años (!!) con gran pasión por el diseño y gran frustración por la falta de innovación en el sector de la moda. cuando decidió crearla, desconocía por completo los costes de producción de una pieza o accesorio así que se puso a indagar y, con toda la información recogida, decidió romper con los moldes de esta industria con tendencia opaca y hacerla accesible al cliente publicándola en su web.
de hecho, todos los pasos del proceso de producción y venta se empapan de esta transparencia radical; ellos quieren que el cliente sea conocedor real del producto de modo que, entrando en la web, puedes ver la localización de las diferentes fábricas donde se hacen sus piezas, con fotografías, e incluso una pequeña reseña personal del propietario de la fábrica, con sus gustos y aficiones. el otro gran ejemplo de transparencia es ese desglose de los costes de cada producto que se divide en material, mano de obra, transporte y precio final.
les gusta conocer con quién trabajan así que, para seleccionar una fábrica, hacen un estudio exhaustivo previo en función de lo que estén buscando y las visitan antes de comprometerse con una. justamente una de sus colaboradoras actuales la tenemos en España, en Ubrique (Cádiz), donde se encargan de hacer los bolsos y carteras de piel.
su filosofía me ha encantado pero sus productos no se quedan atrás. sencillos, para el día a día, son de una línea muy limpia y minimalista, llena de básicos, como me gusta a mí que, a pesar de intentarlo, no logro salir de blancos, negros y grises.
no disponen de ninguna tienda física lo que les permite rebajar mucho el coste final y esta rebaja se la lleva el cliente. han aprovechado el lanzamiento de sus últimos productos para hacer pop ups de modo que los clientes han ido y se han probado la ropa, han conocido al staff y han hablado con ellos mientras se tomaban un aperitivo con una cervecita. yo me apuntaba encantada!
ellos dicen que lo que más les gusta de su trabajo es la posibilidad que tienen, con Everlane, de cambiar el modo en que piensa la gente. a mí lo que más me ha gustado de ellos es ver un caso clarísimo de éxito de que las cosas se pueden hacer de otra manera, con más transparencia y ética, cercanía y calidad, y haciendo del cliente una parte activa y conocedora del proceso. por muchos negocios así!
feliz viernes!! 🙂
pd2. en un arrebato impulsivo hace unas semanas compré entradas para puntoMOM así que esta mañana salgo para Oviedo; alguien más por aquí que vaya a ir??
{todas las imágenes son de everlane}
La filosofía de la marca me encanta; ojalá que, como dices, los grandes tomen nota. Besos!