cuando decidí que sí, que hacía el proyecto que se me había ocurrido porque era incapaz de pensar en otra cosa y porque sí, porque ya no podía no hacerlo, escribí un listado de tareas. ahora lo miro y no puedo evitar sonreír pensando qué ingenua fui con esa primera lista, había tanto más por hacer que no podía imaginarme en ese momento!
sabía que antes de ponerme en marcha necesitaba hacer números para valorar si era viable y si lo podíamos asumir en casa. y para hacer los números necesitaba encontrar una diseñadora gráfica que pudiera dar forma a los textos e imágenes que yo le pasaría, y una imprenta que imprimiera todos los ejemplares.
he sido muy afortunada. María me recomendó a Teresa, la ilustradora que hace los simpáticos animalitos de su marca MON. además de ilustradora, Teresa es diseñadora gráfica de formación. le mandé un mail, nos encontramos para un café y me enamoré de ella. es divertida, comprometida, entusiasta, facilitadora, entregada, positiva, comprensiva, empática, honesta. trabajar con ella es tan fácil y agradable! está siempre abierta a todas las ideas y sugerencias, sabe escuchar, su buen humor y entusiasmo son pegadizos… creo que no es consciente de hasta qué punto me ha hecho bien tenerla al lado.
y después está impresum, una imprenta familiar en Valencia que apuesta por valores de sostenibilidad y ecología utilizando tintas de base vegetal, con una gama de papeles reciclados muy extensa. los elegí por estos motivos aunque ahora me quedaría con ellos sin duda por el trato cercano y cariñoso recibido y por la implicación y compromiso increíble en su trabajo. teniendo en cuenta que no soy diseñadora y que hay muchísimos conceptos en este ámbito que se me escapan, me han explicado todo el proceso y resuelto todas las dudas que he tenido con una calidez (y rapidez) entrañable. me invitaron incluso a ir y ver parte del proceso de impresión y, aunque no era una visita «necesaria», cogí el AVE y me planté en Valencia. me gustó tanto poner cara a las personas con las que tantos mails me había cruzado y conversaciones telefónicas había tenido! conocerlos un poquito, ver su espacio y que me contaran de dónde salía la imprenta y en qué creían ellos. me gustaría mucho, y espero hacerlo en los próximos meses, escribir un post tanto sobre Teresa como sobre impresum, para contar más detalladamente de cada uno y compartir su trabajo. yo me siento muy afortunada de haber podido contar con ambos.
la verdad es que estos días en que estoy acabando de ultimar detalles para que el domingo pueda salir a la venta Historias de Madrid, y que estoy preparando una pequeña fiesta de presentación en Madrid y otra en Barcelona (en algún momento ya dije que era muy de celebrar todo lo celebrable, cierto?), a menudo me siento desbordada por la emoción. por la emoción de estar llevando a cabo algo que siento tanto, de estar disfrutando todos los pasos que hay que hacer, desde elegir los lugares donde se hará la fiesta y pensar la comida y quién quiero que la prepare, a ir a comprar los sobres y el papel con los que mandaré la publicación, a recibir las cajas con todos los ejemplares y colocarlas en un rincón del comedor, a montar la tiendecita online… sé que mis palabras rozan lo empalagoso, y siento la dosis extra de azúcar, pero es así como me siento. y quiero ponerlo por escrito porque también sé que hay muchas otras veces que no me siento para nada así, muchas otras veces en que lo veo todo muy oscuro y el día a día me parece una lucha constante. pero ahora mismo me siento súper afortunada por haber encontrado a este equipo para el proyecto y por haber podido trabajar con ellos, súper afortunada. e infinitamente agradecida (ya que estamos en el mes del agradecimiento :)) por su trabajo, su profesionalidad y, sobre todo, sobre todo, por su parte personal, sus valores. y me parece importante decirlo (y decírselo) y escribirlo para cuando vengan días más grises y piense que nos hemos vuelto todos locos y que para qué tanto esfuerzo.
no sé qué me ha enseñado este proyecto, muchas cosas, muchísimas, pero no me he parado a pensarlas detenidamente aún. el primer aprendizaje que me viene a la cabeza, sin embargo, es justamente el de la importancia del equipo y de los valores personales. en cualquier proyecto, en la vida, habrá imprevistos siempre, por mucho que me pese y que deseara que todo estuviera controladito y ordenado, es inevitable. y quizás lo que convierte un imprevisto en «dramático» no es tanto el imprevisto per se como la gestión que se hace de él. y la gestión que se hace de él es tan más llevadera si las personas con las que trabajas lo hacen desde la honestidad, desde el compromiso con su trabajo y con el proyecto, desde el cariño. vuelvo a constatar que lo personal pasa por delante de lo profesional, que, si no hay unos valores en consonancia, tener al mejor experto en algo no sirve de gran cosa. a pesar de que Teresa ha trabajado desde su casa y yo desde la mía, y de que impresum está en Valencia, me he sentido parte de un equipo durante todo este tiempo, y esto es mucho viniendo de alguien que había llegado a la conclusión hacía tiempo de que lo de trabajar en equipo no iba con ella 🙂
si lo acabo a tiempo, el viernes compartiré un post de los que me gustan lleno de enlaces a proyectos, iniciativas y productos inspiradores, el domingo será el lanzamiento de Historias de Madrid y la semana que viene explicaré detalladamente qué es Historias de Madrid y qué puedes encontrar en la publicación 🙂
Saludos!