cuando empecé este blog, en agosto de 2011 (!!) mi vida era muy diferente a la actual. entonces trabajaba en una ONG de trabajadora social, vivíamos en Barcelona y yo, aún sin saberlo, estaba muy perdida y desconectada de mí.
el primer año y medio de vida del blog, apenas le hice caso; me daba tanta vergüenza pensar que alguien podía leer lo que yo escribiera que directamente no escribía. fue a raíz de ponerme enferma por primera vez, en 2013, que, estando varios meses de baja en casa, el blog fue adquiriendo cada vez más importancia para mí.
con esa baja decidí dejar mi trabajo. me di cuenta de que hacía tiempo que no estaba bien y de que no sabía qué quería, así que decidí darme un tiempo para reubicarme. lo que no preví en ese momento es que me pondría enferma unas cuantas veces más haciendo que los 3 siguientes años fueran un continuo de parones forzados dejando muy poco espacio para ocuparme de otras cosas que no tuvieran que ver con la salud.
en ese tiempo, el blog se convirtió en una de las pocas cosas estables y bonitas de mi día a día y, sin darme cuenta, fue dejando de ser un pasatiempo para convertirse en un proyecto al que cada vez invertía más tiempo, energía e ilusión.
en todos estos años, profesionalmente me he sentido muy perdida. cuando era trabajadora social tenía una etiqueta, algo que podía definirme fácilmente de cara a las demás personas y a mí misma. en los últimos años, la pregunta que más he temido ha sido la de «y tú, a qué te dedicas?». yo sentía que estaba recorriendo un camino personal duro, uno que requería de mucho trabajo, de mirar y ahondar en lugares en los que no me apetecía mucho detenerme pero sabía que era muy necesario. y también sentía que, si no hacía este trabajo, mi «yo profesional» seguiría sin resolverse, que era necesario pasar por ahí para poder ocuparme después de lo profesional que, en mi caso, sentía muy unido a lo personal.
hace poco más de un año hice un curso con Cris Camarena, la creadora del blog, de la revista y, más tarde, también editorial Kireei y de la plataforma de formación para emprendedores La Mirada. a Cris hacía mucho que la seguía y admiraba por su trabajo y de repente sacó un curso que parecía estar hecho a medida para mí. esa formación con ella fue clave para crear después mi publicación Historias de Madrid. fue como si, con ella, pudiera hilvanar los diferentes puntos que hasta ese momento estaban inconexos y crear una imagen nítida de lo que quería hacer.
después de hacer el curso la entrevisté en el blog porque su mirada y manera de entender el emprendimiento me parecen muy valiosas. La Mirada y Hello!Creatividad son las dos plataformas de formación que, siempre que me preguntan, recomiendo. los cursos de Cris suponen un gran apoyo a la hora de dar forma a un proyecto profesional, de ahondar en sus diferentes partes y ver dónde están las limitaciones, dónde no lo estamos haciendo bien… ayudan mucho a profesionalizar un proyecto justamente, y los de Hello!Creatividad son muy útiles e interesantes para trabajar áreas creativas o aspectos más concretos (aprender fotografía, diseño gráfico, a utilizar programas específicos, etc…).
Cris acaba de lanzar un nuevo curso, uno que se centra en el storytelling de los proyectos. ella lo considera el curso más potente que ha creado hasta la fecha justamente por enfocarse en este tema que, para ella (y para mí también), es la parte más importante que tiene que trabajar cualquier proyecto para convertirse en una marca sólida. el storytelling es el ADN de la marca, es la comunicación entendida como algo transversal, algo que cubre todo lo que haces, no solamente los textos de tu página web o las fotos que subes en instagram. es lo que te permite empatizar con el cliente, alinearte y conectar con él construyendo, de este modo, vínculos sólidos.
hace unos días que me estoy cruzando mails con ella y el otro día le pregunté que por qué era tan importante el storytelling para un proyecto o una marca. esta fue su respuesta:
El storytelling es importante para una marca porque, si no haces storytelling, no haces marketing profundo de calidad. Una marca no puede ser superficial y plana, ha de tener cuerpo, tener calado. Tiene que tener un porqué, un propósito, y demostrarlo cada día. Las marcas y todo lo que transmitimos a través de ellas son en muchos casos una gran inspiración para el cliente y, si eso no se transmite, la gente pasa de largo y se queda con aquellas marcas que sí hacen un buen storytelling.
No compramos con la lógica, compramos con las emociones, con el corazón. ¿Cómo, si no, compraríamos un producto de 100€ cuando lo venden en sitios por 10€? Lo compramos por la historia que cuenta la marca, que en realidad es la historia que se cuenta el cliente.
Si no haces storytelling no incides en las necesidades más profundas de la gente (necesidad de pertenecer, de crecer, de sentirte seguro, incluso de reír) y, si no incides en esas necesidades, no eres necesario para tu cliente. Hay que salir de las obsesiones de los «likes», del agoritmo, de las tácticas de promoción y empezar a tener una buena estrategia de marketing que incluye el storytelling como pieza fundamental de todo tu plan de comunicación porque solo así conseguiremos tener un proyecto con una comunidad de clientes fieles y sólidos, que permanecen en el tiempo.
yo voy a hacer el curso. aunque mi proyecto es un «en construcción» constante y a menudo me peleo conmigo misma porque me gustaría tener áreas más definidas o más desarrolladas y poder abarcar más de lo que alcanzo, creo de corazón que la excelencia es imprescindible, para mí es un valor muy importante y quiero que, por muy pequeñito que sea mi proyecto ahora, esa excelencia sea palpable en todo, quiero hacerlo cada vez mejor y transmitirlo, también, cada vez mejor.
personalmente, por otro lado, disfruto mucho con la formación, sobre todo cuando, además de contenido técnico, hay contenido que te hace pensar, cuestionar y te hace hacer «click», y esta ha sido siempre mi experiencia con Cris, tanto cuando leía sus reflexiones sobre marketing en su blog, como cuando he hecho cursos con ella.
con este curso Cris pretende que cada alumno entienda cuál es el valor de su proyecto y qué mueve a la gente a comprarle, que podamos conocer profundamente a nuestro cliente, que descubramos la fórmula que a cada uno nos funciona para transmitir un mensaje sólido en nuestros diferentes canales de comunicación… lo que quiere, en definitiva, es que el proyecto de cada uno se convierta en una marca que importa y que podamos vivir de nuestro emprendimiento.
el curso empieza el 15 de mayo y vale 125€. en este enlace está detallada toda la información y la opción de comprarlo. hablando con Cris hemos pensado, incluso, en la posibilidad de hacer un instagram directo juntas, si pudiera ser interesante, para que ella pueda contar de primera mano un poquito más sobre storytelling, o resolver alguna duda si las hay… si crees que puede ser interesante, podrías decírmelo en los comentarios y así lo organizamos con ella? habíamos pensado en hacerlo este jueves 26 a las 20h, o el miércoles o jueves de la semana que viene, también a las 20h.
yo creo firmemente en las historias de los proyectos, creo que es lo que los convierte en únicos y lo que hace que quieras comprar una marca y no otra, por lo menos en mi caso. de ahí surgió, de hecho, en parte Historias de Madrid, en querer dar a conocer las historias y los valores que había detrás de proyectos bonitos de la ciudad; unas historias y valores que, para mí, los diferenciaba del resto.
Las historias que hacen vibrar tu corazón no son acerca del mundo, son acerca de la persona en la que te quieres convertir.
– Brian Andreas –
pd. este post está hecho en colaboración con Cristina. he querido hablar de su curso aquí porque confío mucho en ella, en la experiencia que tiene como emprendedora, en sus habilidades pedagógicas (se ha dedicado a la formación durante más de 20 años) y en su capacidad para hacerte hacer «click». de hecho, mi premisa para el blog siempre ha sido compartir cosas que me remueven, me inspiran y me cambian un poco, y ella entra en las 3 categorías.
{ambas fotografías del post son de Cristina Camarena y están hechas por Cristina Romagosa, una fotógrafa que me encanta por su gran sensibilidad}
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