estoy sentada enfrente de la pantalla del ordenador y sé que no va a salir nada. llevo 20 minutos mirando la hoja en blanco que parece retarme, desafiante, y yo quiero llenarla pero mi cabeza está lejos de aquí y no logro traerla de vuelta. miro el reloj y mi planificación para hoy y noto cómo el pellizco de angustia en mi pecho crece hasta que, de repente, me doy cuenta de lo absurdo de la situación. estoy planificándome los días y las semanas para aprovechar mejor el tiempo y para muchas cosas me funciona, me ayuda a ordenar el caos de la mente y a respirar más tranquila, pero yo solo quiero escribir cuando tenga algo que decir, no cuando mi agenda me lo indique.
sin pensar muy bien lo que hago cojo mi carpeta de pinterest y elijo unas cuantas fotografías que me llegan, que me hablan de algún modo. las imprimo. pongo la música un poco más alta y empiezo a recortar sin vaciar siquiera el escritorio. a medida que recorto siento cómo la presión en el pecho disminuye y cómo mi mente se relaja y va volviendo al momento presente. y me entrego a la tarea y me siento un poco niña encontrando el placer en algo tan sencillo como esto, y me alegro porque sentirme y disfrutar como una niña es bueno, muy bueno.
sin pensar muy bien lo que hago cojo mi carpeta de pinterest y elijo unas cuantas fotografías que me llegan, que me hablan de algún modo. las imprimo. pongo la música un poco más alta y empiezo a recortar sin vaciar siquiera el escritorio. a medida que recorto siento cómo la presión en el pecho disminuye y cómo mi mente se relaja y va volviendo al momento presente. y me entrego a la tarea y me siento un poco niña encontrando el placer en algo tan sencillo como esto, y me alegro porque sentirme y disfrutar como una niña es bueno, muy bueno.
y por un rato me olvido del whatsapp y del reloj y me concentro solo en esto, y me siento tan bien, tan, tan bien, que me pregunto por qué no lo hago más a menudo, por qué espero siempre a sentir que estoy muy bloqueada o muy cansada o muy angustiada o muy… lo que sea, para ponerle remedio.
y pongo cartulinas en el suelo y esparzo las imágenes por encima sin saber muy bien qué hacer ni dónde me llevará esto pero decido seguir jugando, no ponerle cabeza. y añado un trocito de tela de mi vestido de novia y unas conchas que recogí en una playa de Indonesia y el mineral que me regaló Laia hace tiempo… pequeños objetos personales con significado de aquí y de allá que atesoro. y el resultado me gusta, me gusta mucho. me transmite serenidad, calma, y encuentro belleza en estas sensaciones, y me sorprende puesto que hace 45minutos no había donde encontrar nada de esto. y cojo la cámara y lo inmortalizo con la intención de recordar lo importante que es parar cuando necesito parar; y lo importante que es dedicar un tiempo a jugar, fluir y disfrutar; y de cómo cuando las cosas salen de dentro, el resultado es bonito.
y lo comparto aquí también sin estar muy segura pues no tengo claro que aporte mucho, pero era algo personal y me apetecía compartirlo.
buen fin de semana 🙂
buen fin de semana 🙂
Buen fin de semana!