de una bolsa de Natura, de ahí nació este post. en semana santa hicimos una compra y nos dieron una bolsa de papel que decía remember to… (acuérdate de…) y un listado de cosas por hacer, por lo menos, una vez en la vida. fue a raíz de esa bolsa que empecé a darle vueltas a aquellas cosas que muchas veces soñamos con hacer algún día pero que no consumamos, dejándolas siempre para un mañana incierto que no sabemos si llegará.
a veces tengo la sensación de que pasamos por esta vida de puntillas o, mejor dicho, que yo paso por esta vida de puntillas, como en un estado de semi somnolencia, en modo de piloto automático. te levantas, vas a trabajar, quedas con los amigos, te reúnes con la familia… estableces unas rutinas que te funcionan, que te permiten llevar una vida que te resulta más o menos cómoda; es bastante más modesto que lo que soñabas cuando eras pequeña pero no te puedes quejar, está… bien.
esta sensación en mí era mucho más fuerte hace un tiempo y creo que de dos años para acá he aprendido a ver y a apreciar las cosas que me rodean y que me hacen sentir bien, a ser consciente de los pequeños detalles que hacen que la vida sea más bonita pero esa bolsa hizo que me preguntara dónde quedaba en mí el soñar, el imaginar y desear cosas más allá de mi día a día y buscar y crear las oportunidades para conseguirlas.
siempre he sido muy propensa a las listas, alguna vez he comentado que tengo listas para todo y en ocasiones me planteo hasta qué punto es bueno ver esas tareas infinitas por hacer que me crean ansiedad en lugar de centrarme en la que estoy haciendo a cada momento pero, hablando con Rícard, decidimos hacernos una, irla construyendo a medida que nazcan nuevos deseos e ilusiones. para mí ha sido revelador porque, a pesar de haberme considerado una soñadora nata toda la vida, me he dado cuenta de que no estoy tan acostumbrada a soñar como pensaba, a plantearme qué quiero o qué me gustaría y esta lista ha sido un ejercicio de musculación, como cuando te pasas mucho tiempo sin hacer deporte y tienes que volver a empezar poquito a poco hasta que el cuerpo está acostumbrado nuevamente. creo que cuando somos niños esa capacidad de soñar e imaginar grandes cosas es inherente a nosotros pero me temo que, conforme vamos creciendo y ganando en responsabilidades, a medida que nos van educando en unos valores sociales y culturales según los que todo lo que hacemos debe responder a un fin útil, cuando somos conscientes de lo que se espera de nosotros y de que queremos encajar en nuestra sociedad, a menudo esa capacidad va menguando hasta que nos olvidamos de que la tenemos.
escribirla también me ha permitido ver que, a pesar de que algunas sí que requieren de un presupuesto o de una situación personal que quizás ahora no tengo, otros deseos son mucho más simples y fáciles de conseguir -como dormir bajo un manto de estrellas o empaparse bajo la lluvia por puro placer y no porque te has dejado el paraguas- lo que me hace pensar que hacerla puede acercarnos a ilusiones que están más al alcance de lo que creemos.
estas son algunas de las cosas que están en mi lista:
– plantarme en el aeropuerto con una maleta y comprar un billete de avión para el destino que elija en ese momento
– comprar un billete de avión sin fecha de retorno
– aprender a hablar italiano
– aprender a bailar sevillanas
– ir a la India (y a Australia)
– viajar durante un año recorriendo mundo
– aprender a hacer surf
– estar desconectada de internet y redes sociales por lo menos 24h y no porque no tenga wifi
– ver amanecer y atardecer en un mismo día
– vivir una temporada en una ciudad diferente a la mía
– aprender a hacer paella
– cantar en un Karaoke
– cantar en un Karaoke
– …
no sé si alguna vez has hecho una lista parecida o si tiene sentido para ti lo que digo pero si te apetece soñar un rato o tienes claro qué pondrías en tu lista, quieres dejarlo en los comentarios?
feliz martes 🙂
Me has hecho pensar con tu post... Yo de pequeña (bueno, y de adolescente también) tenía muchos sueños y, efectivamente, los he ido dejando pasar. Creo que ya es hora de volver a soñar. No de soñar y quedarse en lo onírico, sino de soñar y tratar de llevar a cabo esos sueños.
Un beso, Anna!
PD. Con tu permiso, lo mismo publico una lista de este tipo en el blog. ;)
Yo soy muy de hacer listas pero diferentes, lista para no olvidarme de las cosas.
Lista de la compra, lista de sitios a los que quiero ir cuando viajo, lista de regalos que tengo que comprar cuando llega la Navidad...
No sé si te acuerdas que esta Navidad te dije que no iba a hacer lista de propósitos de año nuevo, porque no quiero agobiarme en diciembre pensando que no he cumplido ninguno.
Prefiero que llegue diciembre y hacer una lista con las cosas que me apetecía hacer y he hecho.
Yo soy 0 aventurera y nada viajera, así que mis deseos van por otros derroteros.
Como también te dije en un mail, me agobio tanto con el futuro que no disfruto el presente.
Un beso muy fuerte.
Por cierto, NO sé hacer paella.
De jovencita estudié italiano (por enriquecimiento personal) y llegué al nivel "Medio 1".
;-)
no te digo que no a las clases de surf, me encantaría! tengo un problemilla todavía con el mar, y es que me da mucho respeto pero, en cuanto lo supere, me pongo a ello! gracias Nahir, un abrazo! ***
Un beso grande, Sole!
pd. tenemos que aprender a hacer paella ya! ;) y no tenía ni idea de lo del italiano, qué chulo! eso quiero hacer yo, aprenderlo para mí
Un besazo bella!!;)
besitos