un fin de semana en Padova. un fin de semana para desconectar de las rutinas y, sobre todo, para reencontrarnos con Simona & Sergio, dos amigos que desde hace 3 años están instalados en esta modesta ciudad del norte de Italia trabajando.
Padova sorprende o, al menos, a mí me sorprendió. calles empedradas, fachadas coloridas que acusan el paso del tiempo, contraventanas de color verde, balcones coquetos con macetas pequeñas y balcones que, más atrevidos, rebosan plantas y flores por cada uno de sus barrotes, mucha vida y ajetreo en el mercado del sábado en la plaza, gente reunida a todas horas en bares y cafeterías, y una pasta y pizza difíciles de igualar.
un fin de semana tranquilo, de largas conversaciones y pocas pretensiones; de sorprenderse con la magnitud del lago di garda y el encanto de Sirmeone; de enamorarse del romanticismo e historia que desprende el casco viejo de Verona y deambular entre sus calles; de conocer el Padova de Sergio & Simona, sus rincones, sus rutinas, sus imprescindibles; y también de ver el primer partido de rugby de mi vida y no lograr entender las reglas del juego; de proseccos y spritz mezclados con un pan y embutido que satisfarían a los paladares más exigentes; de hacer por primera vez unos tagliatelles para dejárnoslos después ahí y no saber qué tal estaban; de comer y disfrutar comiendo, especialmente con los dotes culinarios de esta pareja; de dejarse envolver por esa magia y emoción que se siente al descubrir un rincón del mundo nuevo; y de sumergirse plenamente en el presente.
volvería a Padova y me dejaría absorber por su ritmo y estilo más pausado; y, sin duda, volvería a Verona, a perderme entre sus calles y pasear al lado del río Adigio, y a sentarme en uno de sus cafés antiguos de madera oscura mientras escucho hablar a la gente que viene y va.
no me preocupé por buscar lugares bonitos donde comer y reposar puesto que íbamos con unos guías de excepción que, además, conociéndome, tuvieron el gran detalle de llevarnos a sitios que sabían que me iban a gustar. si vas por la zona y te apetece, aquí tienes un restaurante pequeño e íntimo, con velas en las mesas, donde cenar en Verona (previa reserva porque, si no, es imposible); un bar con vistas privilegiadas al río Adagio desde su terraza coqueta, también en Verona (y justo enfrente del restaurante); un restaurante que anteriormente había sido una fábrica de ladrillos y conserva toda la estructura, los arcos interiores y paredes de ladrillos, donde comer unas pizzas para chuparse los dedos en Padova; y una enoteca para tomar una copa de vino, Proseco o Spritz (si quieres sumergirte de lleno en la cultura italiana, entonces tendrá que ser un Spritz) a media tarde en un ambiente distendido y animado y con barricas por mesa, también en Padova.
conoces esta parte de Italia? a mí me apetece muchísimo hacer ruta por la Toscana y visitar la zona de Cinque terre, que me han dicho que es preciosa. algún viaje en perspectiva?
feliz viernes ***
Y este año en mayo nos vamos para el norte. Zona del Lago Maggiore y zona de altas montañas (con las bicis, a ver el giro, cualquier excusa es buena para ir a italia)
Me gusta oir que has disfrutado. Si vas a la toscana...ya te digo (si consigo acordarme, y esperando que sigan ahí) algunos lugares de esos sin pretensiones.