hace tiempo que doy vueltas a un tema que me inquieta y, a veces, incluso me desborda. hoy me ha apetecido poner mis pensamientos en orden en lo que a esto respecta y compartirlo aquí. el tema en cuestión es la comunicación o, mejor dicho, la comunicación que se deriva del exceso de información.
no es ninguna novedad que con los smartphones y los avances tecnológicos tenemos acceso desde hace un tiempo ya a toda la información que queramos en cualquier momento del día: información inmediata. además de los canales ordinarios de hace unos años como el teléfono, la televisión, la prensa, el e-mail… hemos añadido facebooks, twitters, instagrams, whatsapps, pinterests, tumblrs… todo! y miedo me da porque parece que esto es solo el principio…
la verdad es que me parece súper bien; el acceso a la información es básico. lo que a mí me preocupa es la gestión personal que hago de toda esta información que llega non-stop y que muchas veces percibo como invasiva, y de qué manera acabo comunicándome yo con el resto de personas.
hacía tiempo que sentía que fracasaba en ese intento permanente de dar una respuesta correcta y rápida a todos los inputs que recibo durante el día, a mis ganas de estar en todo y, lo que es peor, con la sensación cada vez más fuerte de que la comunicación del cara a cara que es para mí la más importante, salía gravemente perjudicada en pos de la comunicación digital.
y justo hace 2 semanas Jessica Comingore publicó un post al respecto que parecía resumir a la perfección lo que yo pensaba, e incluso proponía algunos consejos para una comunicación un poco más mindful o consciente. el post me gustó muchísimo y me di cuenta de que ya estaba poniendo en práctica algunas de sus ideas. su escrito me motivó a seguir reflexionando sobre el tema y a acabar haciendo el mío propio, con algunas propuestas más para una comunicación más presente y consciente:
– cuando estés con alguien, no compruebes el móvil, contestes whatsapp…; de hecho, si puedes dejar el móvil en el bolso, mucho mejor
– mientras estés trabajando, no mires el móvil: desconéctalo, ponlo en silencio, tenlo en otra habitación… cuando quieras hacer un descanso, aprovecha y míralo entonces. a mí me cunde mucho más el tiempo y estoy más concentrada que si me interrumpo cada vez que oigo una notificación y, cuando después contesto mensajes, estoy por la conversación, no estoy intentando contestar lo más rápido posible para poder seguir trabajando
– no mandes e-mails relacionados con el trabajo antes de las 08h, a partir de las 20h o en fines de semana (ni los contestes); creo que ayuda a establecer unos límites y muestra también que eres respetuoso con el tiempo del otro
– que lo primero que hagas al despertarte o lo último antes de acostarte no sea comprobar el teléfono. a mí me gusta salir de la cama, ir a la cocina y tomarme un vaso de agua con zumo de limón y desperezarme antes de encender el teléfono y, cuando voy a la cama, apago el móvil y leo 15minutos o charlo con Rícard antes de apagar la luz. lo que me gustaría, de hecho, es ser capaz de apagar el móvil 2h antes de acostarme pero siempre me da apuro y lo mantengo encendido «por si acaso»
– cuando sea el cumpleaños de alguien, no le mandes un whatsapp, llámalo/a
– manda una felicitación de cumpleaños, una postal mientras estés de viaje, una carta… utilizando el correo convencional, de vez en cuando; sabes la ilusión que hace abrir el buzón y encontrar algo que no sea la factura del gas o un recibo del banco?
– sé sincero/a y, si no te apetece hacer algo, dilo; una relación que te importe mínimamente debería poder ser honesta
– en la misma línea que la anterior, si alguien ha dicho o hecho algo que te ha molestado o dolido, dilo también. reconozco que a mí tanto esta como la anterior me cuestan mucho más de lo que sería deseable porque no me gusta nada el conflicto e intento evitarlo a toda costa pero es mucho mejor decirlo (bien, asertivamente) y poder continuar con una relación sincera y transparente, que ir acumulando esa sensación de malestar por no haber expresado lo que deberías en su momento
– en una conversación, aprende a hablar desde el YO y no desde el TÚ: (A MÍ) me ha dolido esto que has hecho, no (TÚ) me has hecho daño
– aprende a escuchar en silencio, a dejar hablar al otro. muchísimas veces es más importante solamente escuchar bien que decir algo apropiado
– encuentra espacios para verte con la gente que te importa; aunque sean espacios cortos, aunque no puedan ser muy a menudo… pero encuéntralos
– encuentra espacios de desconexión total, on y off line, donde puedas estar solo tú, con tus silencios y tus pensamientos
– y acepta que no podemos estar en todo; prioriza e intenta que, cuando hagas algo, ya sea leer un blog, escribir un e-mail, llevar una reunión o tomar café con una amiga, estés presente
cómo lo ves? tiene algún sentido para ti esto que digo? qué haces tú para tener una comunicación más presente o consciente?
feliz semana! 🙂
Un pepibeso y feliz día
Es cierto que aunque buena, el exceso de información a veces nos puede jugar malas pasadas.
Un post chulísimo, Anna!!
Un millón de besotes!!!
Lo del whatsapp mientras hablo con alguien no lo hago nunca porque me da mucha rabia que me lo hagan a mi... ;)
Un abrazo!
Yo desde mis últimos exámenes me he acostumbrado a dejar el móvil en otra habitación y a no mirarlo hasta que hago descansos de lo que sea que estoy haciendo, ya sea estudiar, escribir en el blog o ver una serie! Y, como comentas, luego se disfruta más "estando presente" para contestar esos whatsapps.
Además, en enero me propuse apagar el móvil una hora antes de irme a dormir, y aunque no todos los días logro hacerlo, desde luego como 20-30 minutos antes sí lo apago.
Un beso guapa!
Lo de apagar antes o después el móvil, depende de la cantidad de personas que te llamen. El fijo no lo desconectábamos nunca (jejeje). Yo no tengo avalanchas de llamadas ni mensajes por las noches. Así que tampoco me parecece necesario. Cada cual tendrá que valorar estos aspectos.
Los demás, me parece genial. Creo que enriquece las relaciones.
El móvil, y whatsapp - esa es otra. Algunos días lo consigo más que otros, depende de la situación y el volumen de trabajo. Y si tienes una niña pequeña, tener el móvil a mano es siempre la mejor excusa (ysipasaalgo?). Pero incluso ella cuando aprendió a hablar me dijo un par de veces "mami, deja el móvil".
Para mi, lo peor es querer absorber tooooda la información que veo, y evidentemente NO tengo tiempo. Además, sé que lo que quiero es que mi mundo 1.0 funcione - no se puede estar bien con alguien, mirando siempre una pantalla. Pero me da "rabia" no poder leer tantas cosas interesantes que veo en este mundo online.
Besos