Aprovechando que el 1 de mayo era festivo, hemos hecho una escapada a Londres. Adoro esa ciudad. Es, con mucha diferencia, mi ciudad favorita (Barcelona aparte, ¿eh?): el caos que se ve por la calle, el ruido, los coches circulando en sentido contrario al nuestro, los autobuses de dos pisos, encontrarte un Marks & Spencer cada 50 metros, la grandísima mezcla de estilos (arquitectónicos, culturales, gastronómicos… de todo), los múltiples parques en medio de la ciudad que parecen pequeños refugios de tranquilidad entre tanto movimiento, la sensación de que todo el mundo viste como quiere con la certeza de que nadie te mirará de forma rara en la calle… No me cansaría nunca de visitarla (y con esta vez ya van 7!). Además, me encanta porque cada vez que vamos descubrimos algo nuevo. La excusa esta vez era perfecta: tenemos familia y amigos viviendo allí temporalmente así que la visita era obligada.
Como esta vez, como he dicho, íbamos para estar con la familia y los amigos, hemos hecho un Londres muy relajado, disfrutando más de la compañía que del entorno.
Estábamos durmiendo en Camden, y el sábado por la mañana fuimos al mercado de allí, Camden Lock. El mercado de Camden siempre ha sido mi favorito. Es inmenso y hay de todo y para todos los gustos. Pero la visita empieza antes de entrar propiamente en el mercado, y ya por la calle encuentras un montón de tiendas de estilo punk y gótico, con vestidos y zapatos realmente curiosos; también hay un mercadillo al aire libre donde venden música, camisetas turísticas, vestidos, etc.; y también puedes encontrar muchísimas tiendas de bambas y zapatos con modelos que aquí no han llegado (yo no he podido resistirme: han caído dos pares de bambas y unas bailarinas para el buen tiempo). Cuando entras en Camden Lock la oferta se amplía indefinidamente: muebles, libros, joyas, bolsos, cuadros, ropa, calzado, decoración para la casa… Puedes encontrar todo lo que imagines. Nosotros topamos con una tienda de decoración del hogar y os puedo asegurar que hicieron el agosto con nosotros.
El mismo sábado también tuvimos la ocasión de probar las mejores galletas de la ciudad. Bens cookies. Indescriptibles. Las comimos en Covent Garden, otro de mis rincones predilectos, pero las vimos también en otras tiendas de la ciudad.
interior del Covent Garden |
mmmmmm…. 🙂 |
El domingo fue cuando “descubrimos” dos mercados nuevos (¡gracias por el chivatazo, Maite!). El mercado de Brick Lane y el Spitalfields Market.
El primero es 100% auténtico. Pasa muy desapercibido porque es en el interior de un recinto (una especie de nave industrial) y, si no es por la gente que ves entrar y salir, pasas de largo sin darte cuenta.
Aunque hay casi de todo, el estilo predominante es el vintage. Puedes encontrar ropa bien de precio (teniendo en cuenta que Londres es cara y que la libra está muy alta), calzado, música, complementos… Pero lo que más me gustó fue su diversidad gastronómica. Hay toda una parte de la nave que está llena de puestecillos y cada uno representa un país, de modo que la oferta culinaria es amplísima: Japón, México, Cuba, Singapur, Tailandia, China, Guatemala… Y sí, también España. Por 4 libras te llenan una bandeja de comida para llevar del país que elijas y comes como un rey.
mercado de Brick Lane desde fuera. Dirección: Brick Lane, Shoreditch, E1 6PU metro: Aldgate East (5m) autobús: 8, 26, 35, 43, 47, 48, 67, 78, 149, 242 |
El segundo, Spitafields Market, está muy cerquita del otro (a unos 10 minutos andando). También me gustó mucho aunque lo encontré un poco más orientado al turismo (el anterior es totalmente genuino: un fidedigno retrato de la mezcla de estilos y culturas que encuentras en Londres). Éste es más espacioso (el de Brick Lane en algún momento era un poco sofocante por el exceso de gente y el espacio tan limitado) y la oferta de productos es bastante similar pero todo se ve más arreglado y mejor puesto, no sé muy bien cómo expresarlo. Lo cierto es que los dos nos encantaron y yo no cabía de la emoción de haber descubierto dos lugares nuevos de la ciudad.
Dirección: Brushfield Street, Spitalfields London, E1 6AA metro: Liverpool St., Aldgate East, Shoreditch autobús: 8, 67, 149, 242 |
El resto de visitas ya fueron por lugares más típicos (pero no por eso menos atractivos) como Trafalgar Square, Picadilly Circus, Leicester Square, Oxford y Regents Street, Carnaby Street, Harrods, el Soho… El lunes por la noche, en el avión de vuelta a Barcelona, pensaba que me había quedado con la sensación de que nuestra visita había sido demasiado corta pero es que ese es el efecto que tiene Londres en mí: siempre me quedo con ganas de más.
Picadilly Circus |
Carnaby Street. Calle llena de tiendas de moda |
Green Park. My favourite! |
Trafalgar Square |
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