nos entretuvimos a observar y disfrutar con los juegos de luces y sombras tan bonitos que se proyectaban en las paredes de casa de Marta & Graeme por la mañana cuando nos despertábamos; paseamos por las calles tranquilas y poco abarrotadas de la ciudad, descubriendo su sinfín de tiendas cuidadas y su gran respeto por la artesanía, por los productos hechos a manos con materiales como la madera, la lana o la cerámica; nos dejamos envolver por esa sensación de calidez y acogida en cualquiera de las cafeterías en las que entramos, disfrutando de la melodía suave que sonaba de fondo, de las velas encendidas en todas las mesas, de las plantas repartidas por todo el espacio y de lo bien que sentaba ese café calentito con un cinnamon bun cuando las temperaturas en la calle eran de menos de 0 grados; nos emocionamos como niños cuando nos levantamos a una ciudad cubierta de blanco por la nieve y no nos cansamos de mirar cómo caían los copos transformando cada vez más el paisaje; paseamos por el casco antiguo, por sus edificios de colores amarillos, naranjas, ocres y rojizos, con los tejados cubiertos de blanco, y tuvimos la sensación de estar dentro de un cuento de hadas; nos dejamos reconfortar por una comida deliciosamente sencilla, caliente y casera en un restaurante con unas vistas privilegiadas a la ciudad; nos refugiamos en la calidez de la casa de nuestros anfitriones cuando fuera parecía noche profunda a pesar de no ser más de las 16h, con grandes dosis de agua caliente con limón y jengibre, leyendo, charlando o simplemente descansando; volvimos a Madrid con la certeza de que no sería la última vez que visitaríamos Estocolmo.
Estocolmo fue una bonita y regeneradora pausa en mitad del torbellino que supuso diciembre. no puedo agradecer suficientemente la hospitalidad y amabilidad de Marta & Graeme por abrirnos las puertas de su casa para que nos alojáramos ahí, por todos los gestos de cariño que encontramos durante nuestra estancia y por sus recomendaciones de la ciudad, tan cuidadas y acertadas.
aunque, de todo lo que nos sugirió Marta, nos faltó mucho por ver, estos son algunos de los lugares que más disfrutamos:
. rosendals trädgard. el día más mágico y especial de los que estuvimos allí sin duda lo pasamos aquí, en este espacio que aglutina invernaderos, rosales, cafetería, panadería y plantas y flores por doquier. hace unas semanas escribí un post sobre él en el blog de Viajar Inspira.
. hermans vegetarian restaurant. un restaurante bufet vegetariano, con comida ecológica, sencilla, casera y deliciosa (lasañas, humus, olivada, patatas asadas, pasta…) y unos ventanales inmensos desde los que disfrutar de unas vistas preciosas a la ciudad. el jardín es muy bonito aunque en diciembre no lo pudimos disfrutar. nos gustó tanto que repetimos más de un día. muy recomendable.
. snickarbacken 7. cafetería, concept store y pequeña galería de arte en lo que antiguamente fueron unos establos. es muy bonito, está cuidado y se come muy bien.
. gast. una cafetería con menú también para almorzar, muy cuidada y agradable. disfrutamos mucho el rato que estuvimos ahí y nos costó decidir volver a la calle.
. drop coffeehouse. de nuevo, una cafetería agradable para refugiarse del frío. son conocidos por su café, que tuestan ellos mismos, así que es recomendable probarlo. tienen algún dulce vegano, lo cual para mí es siempre un plus 🙂
. papercut. un paraíso para todos los amantes de las revistas y libros bonitos. diseño, fotografía, manualidades, moda, revistas de todos los rincones del mundo… perdí la noción del tiempo en esa tienda.
. manos. una tiendecita de cerámicas y objetos bonitos producidos de forma respetuosa con el entorno y las personas. una maravilla.
. mimmi staaf. Mimmi empezó su blog hace mucho tiempo y el blog acabó dando forma a una tienda repleta de marcas preciosas y cuidadas de cosas para el hogar, papelería… tiene un poquito de todo y pasearse por ella es un deleite.
. 2 little spoons. a pocos metros de la tienda de Mimmi está 2 little spoons, una tienda pequeñita que se rige por la filosofía de comprar menos y mejor. tiene menaje de cocina, macetas, velas, cerámicas, juguetes para niños… un poquito de todo, muy bien seleccionado y con productos que se han hecho de forma respetuosa con el medio ambiente.
. grandpa. una tienda de ropa, accesorios, papelería, libros, cosas para la casa… que apuestan por un diseño cuidado, funcional y sencillo. tanto la selección de marcas como de productos me pareció exquisita y te quedas con las ganas de llevártelo todo a casa 🙂
. L:A Bruket. esta marca de cosmética la descubrí estando en Lisboa, gracias a Sanda, y me enamoré de ella. todos sus productos utilizan ingredientes naturales, ecológicos y veganos, y minimizan tanto como les es posible el uso de químicos. parten de la filosofía que los pocos momentos que tenemos para nosotros deberían ser pequeñas celebraciones y eso intentan con sus productos, cuidando mucho tanto la composición, los aromas (aceites esenciales) y el packaging. en España no la venden así que, cuando paseando nos encontramos con ella, se me iluminó la cara.
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