ser más sostenible – vivir con consciencia

ser más sostenible - vivir con consciencia

las palabras del otro día, del post anterior, se quedaron dando vueltas en mi cabeza. el «vivir con consciencia» que comentaba en el escrito no recogía muchas de las acciones que para mí son parte esencial de este vivir conscientemente, una de mis máximas aspiraciones, vivir despierta. en los últimos días he ido anotando los gestos que se me iban ocurriendo que hemos incorporado en casa en los últimos años que van en esta dirección: en ser más conscientes del impacto de nuestras decisiones y actuaciones, del efecto negativo que tienen muchos de los productos que consumimos habitualmente (en nosotros y en el entorno) e ir sustituyéndolos progresivamente por otros que no perjudican (o, en el peor de los casos, que perjudican mucho menos).

hay muchísima bibliografía sobre la filosofía zero waste (residuo cero) y cómo generar menos residuos e impacto negativo en nuestro entorno. hace unos meses leí el libro Zero Waste Home: The ultimate guide to simplifying your life by reducing your waste (Residuo Cero: la guía definitiva para simplificar tu vida reduciendo tus residuos), de Bea Johnson, que es un manual repleto de consejos valiosos para llevar una vida en la que no generes residuos (o los mínimos). en mi caso, ni me veo encasillada dentro del movimiento zero waste, ni el del minimalismo, ni en ningún otro. lo que me ha motivado a mí personalmente ha sido esa inquietud por ser más consciente de lo que hago y del resultado de mis acciones, no solo en la casa o en las compras, también en la forma en que me comunico, en que trabajo, en que me relaciono… en todas las esferas de mi vida, e ir introduciendo cambios para sentirme cada vez más alineada con lo que yo creo que está bien. y lo vivo como un proceso, uno que me acompañará toda la vida, probablemente, y me gusta que sea así, con la posibilidad de ir mejorando siempre.

estas son algunas de las acciones que hemos implementado nosotros:


. comprar comida ecológica. esto significa que, para su producción, no se han utilizado ni fertilizantes, ni químicos de ningún tipo (que dañarían el propio producto y la tierra que lo ha cultivado)

. comprar la fruta y la verdura ecológicas en el mercado para poder mezclarlas y así evitar bolsas y envoltorios innecesarios (las manzanas en una bolsa, los plátanos en otra, los aguacates en otra…). en los pocos casos que son necesarias, que sean de papel y reutilizarlas en las siguientes compras

. tener cesto de la compra para que no me tengan que dar bolsas

. tener mi propia bolsa de tela para el pan y llevarla cuando voy a comprarlo

. comprar pescado en el mercado y llevar mi propio tupper para que lo pongan ahí

. comprar frutos secos, pasta, harina, arroz, quinoa, té e infusiones… a granel (tenemos la suerte de tener relativamente cerca la tienda Pepita & Grano, en Madrid, que es una maravilla porque tiene DE TODO a granel y, en prácticamente todos los alimentos, hay siempre una opción que es ecológica)

. llevar siempre conmigo una bolsa de tela por si tengo que comprar algo (comida, libros, ropa… lo que sea) 

. reutilizar los envases de cristal (de la miel, por ejemplo) para guardar frutos secos, infusiones, semillas…

. apostar por hacer salsas, bebidas y comidas caseras en lugar de comprarlas envasadas (salsa de tomate, hummus, olivada, limonada, aquarius para rícard cuando hace deporte…)

. cuando pido comida para llevar y tengo que recogerla en el restaurante, llevar mis propios tuppers para que la pongan ahí

. comprar productos de limpieza ecológicos y a granel (limpiacristales, jabón para fregar el suelo, jabón para fregar los baños, jabón para la ropa, suavizante…), llevando mis propios envases (que reutilizo una y otra vez) y reducir la diversidad de productos que utilizamos (muchas veces no hace falta un producto para cada cosa)

. utilizar una mezcla de bicarbonato, agua y aceites esenciales para limpiar la encimera de la cocina

. utilizar un estropajo natural de luffa para fregar los platos

. enjabonar todos los platos de una vez, con el grifo cerrado, y enjuagarlos todos de una vez

. utilizar trapos de cocina de lino y algodón absorbentes en lugar de las bayetas típicas, que se pueden lavar en la lavadora una y otra vez

. eliminar el papel de aluminio y el film transparente de la cocina y guardar los restos de comida en tarros

. eliminar el papel de cocina y utilizar un trapo o la fregona cuando se ensucia algo

. utilizar servilletas de tela

. tener nuestras propias botellas de agua (de aluminio, la de rícard, y de vidrio, la mía) para llevárnoslas cuando sabemos que las vamos a utilizar y evitar comprar de plástico

. utilizar cepillos de dientes de bambú y aceite dental en lugar de pasta de dientes

. utilizar pastilla de jabón de manos en lugar de jabón líquido para evitar el envase

. utilizar un desodorante natural, en envase de vidrio, así como crema de cara, aceite para el cuerpo, crema de manos… también naturales

. cerrar el grifo mientras me lavo los dientes, las manos o me enjabono en la ducha

. utilizar pañuelos de tela, como hacían mis abuelos 🙂

. utilizar bombillas led

. reciclar papel, plástico y vidrio, entreteniéndome a separar el plástico de los sobres de papel con burbujas, por ejemplo, o de las cartas que llevan un recuadro de plástico

. sustituir objetos que se estropean por otros nuevos que no sean de plástico (los tuppers de plástico por unos de vidrio; la escoba de plástico por una de madera, el recogedor de plástico por uno de metal…)

. rehusar la publicidad que reparten por la calle o no coger tarjetas de visita si sé que no las voy a utilizar o que puedo consultar los datos por internet

. rehusar artículos de merchandising, muestras de cremas y colonias, detalles de bienvenida… y todas esas cosas que sé que no voy a utilizar

. rehusar pajitas al pedir zumos, batidos, bebidas, etc. en establecimientos

. rehusar los palillos y los botecitos de salsa de soja cuando compramos comida japonesa para llevar, así como que nos pongan servilletas de papel cuando pedimos cena en un restaurante para comer en casa

. cuando comemos fuera, intentar apostar siempre que sea posible por restaurantes que trabajen con productos ecológicos o de Km. 0, con producto fresco y, en la medida de lo posible, que tengan sensibilidad hacia el medioambiente

. a la hora de comprar algo nuevo de ropa, apostar por marcas que producen localmente y, si es posible, que trabajen con materiales ecológicos o naturales

. evitar comprar nada que sea de plástico. apostar por materiales nobles como la cerámica, la madera, el vidrio…

. regalar y vender cosas que ya no utilizamos y que seguíamos guardando porque estaban en buen estado: ropa, calzado, bolsos, raquetas de squash, plancha de pelo, sillas plegables, velas, mueble del comedor, cafetera nespresso, microondas, sandwichera… es impresionante la cantidad de cosas que han salido en los últimos 2 años de esta casa

. llevar al punto limpio los cables, pequeños electrodomésticos que ya no sirven, ropa que ha quedado pequeña…

. llevar a los hoteles nuestras propias botellitas de gel y champú, y crema de cuerpo, para no utilizar las de uso individual que dejan en las habitaciones, que suponen un consumo de plástico impresionante.

. pedir en los hoteles que no nos cambien las toallas al limpiar la habitación

. movernos en transporte público siempre que sea posible y, si necesitamos el coche para la ciudad, utilizar la flota de coches eléctricos que tiene Madrid en alquiler 



supongo que algunas resultarán muy obvias y quizás otras, para algunos, sean reveladoras. ojalá sí. algunas son realmente evidentes pero a veces, de tanto que lo son, no las vemos, a mí me ha pasado. creo sinceramente que es nuestro deber ser responsables del uso que hacemos de las cosas y del impacto que tenemos con nuestras acciones. 

me gusta pensar que mis actuaciones no tienen un efecto negativo en el entorno y que a menudo, incluso, lo tienen en positivo porque otras personas los ven y los incorporan y entre todos vamos sumando. y es un camino de largo recorrido, no es algo que se haga de hoy para mañana pero es un camino que disfruto transitando y del que aprendo mucho. me importa lo que me rodea y me gusta cuidarlo, ya sea el vestuario del polideportivo donde voy a nadar, mi cuerpo, mis cosas en casa, el mar y las playas, los bosques y las montañas. 



pd. sobre la ecología & por una comunicación más consciente

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