me ha parecido que las fotos que hice en Menorca describirían la isla mucho mejor que cualquier cosa que pudiera decir yo. lo cierto es que, no me canso de repetirlo, Menorca me sorprendió mucho y para bien. me pareció que ha sabido mantener su esencia sin sucumbir a las tentaciones del turismo y esto es lo que la hace tan bonita, se ve genuina. allí el tiempo tiene otro ritmo, uno más pausado, y su belleza es… muy honesta, no se ve forzada, da la sensación que la isla se muestra tal y como es.
de las diferentes recomendaciones que me hicieron Laura, Elka y Kira (muchas gracias a las tres!), y de los lugares que fuimos descubriendo nosotros, esta es mi selección de favoritos:
1. Es Tast de na Sílvia. para una cena íntima, cuidada y pausada, en un restaurante pequeñito con certificado slow food y Km. 0 (el único en todas las baleares), en el centro histórico de Ciutadella. esto significa que todos los ingredientes provienen de productos locales y que, en función del producto, se elabora el menú. c/ santa clara, 14. ciutadella
2. Santa Clara restaurant. para comer informal pero con producto local y lleno de sabor. cenar en una de sus mesas en la calle, en el lateral de una iglesia, fue uno de los mejores lujos de las vacaciones, y uno que repetimos varias veces. c/ dormidor de ses monges, 4. ciutadella
3. Ànima cafetería. la amabilidad del personal, lo bonito del lugar y lo delicioso de sus dulces hacen que sea una visita obligatoria. una cafetería que queda medio escondida en las callejuelas de Ciutadella y que forma parte del hotel Tres Sants, con techos abovedados, una decoración delicada que juega con la fantasía de los sueños y un surtido impresionante de tartas y dulces caseros. c/ sant cristófol, 2. ciutadella (el hotel, totalmente alineado con la cafetería, merece la pena de visitar, también, y Kira recomienda mucho hacerse un tratamiento de spa en él)
4. La Cayena. un restaurante acogedor y exótico que ofrece cocina de todo el mundo (con un guiño especial hacia la asiática). la comida es casera, hecha con cariño y sin pretensiones. el pequeño patio interior para cenar por la noche es perfecto. c/ d’alaior, 40. ciutadella
5. El Jardí dels Ullastres, Alcaufar Vell. para una cena mágica y especial. Alcaufar Vell es un hotel rural majestuoso y muy antiguo (el edificio actual es del s. XVII pero sus orígenes son medievales) que se encuentra en un camino cerca de St. Lluís. tienen un jardín precioso que por la noche se llena de lucecitas y velas para cenar. su cocina es mediterránea, con abundantes productos locales, muchos de los cuales son ecológicos y vienen de su propio huerto. aunque esa noche pagamos un poco más que el resto, la experiencia mereció la pena (y celebramos nuestro primer aniversario de casados :)). carretera de cala alcaufar, km 8, Sant Lluís
6. Jardí de ses bruixes. el patio interior del hotel boutique Jardí de ses bruixes es otro imprescindible. tranquilo, acogedor y sumamente cuidado, merece mucho la pena sentarse y disfrutarlo un rato. aunque no lo probamos, su brunch de fin de semana tiene muy buena fama. c/ san fernando, 26. mahón
7. clorofil·la. para una comida vegetariana repleta de opciones en un lugar casual y amable. plaça conquesta. mahón
8. ensaimadas Can Pons. sus ensaimadas son un gran hit. las hay de infinitos sabores (turrón, dulce de leche, 3 chocolates, sobrasada con miel, mermelada y queso, butifarrón con queso… y la clásica de cabello de ángel o sin relleno, claro) y tienen también opción de pedirla sin gluten. c/ de baix, 8. es mercadal
playas:
1. cala pregonda. mi favorita, sin duda. hace falta andar unos 25min antes de llegar a la playa pero el paseo es muy bonito, las tonalidades rojizas del suelo contrastan con el turquesa del agua. la playa es mucho más tranquila que las más conocidas y es perfecta para nadar y bucear.
2. cala pilar. también requiere un paseo de una media hora antes de llegar al agua pero hay vegetación espesa que va cubriendo intermitentemente el camino con lo que se hace llevadero. la playa en sí es muy bonita y, como cala pregonda, más tranquila que el resto.
3. cala morell. me gustó por diferente. es una cala relativamente pequeña, rodeada de casas blancas que hacen que quieras trasladarte a vivir allí de inmediato, y tiene una plataforma para meterte en el mar. es bonita y tampoco es de las más ajetreadas.
4. cala trebalúger. su inaccesibilidad es lo que la hace especial. para llegar a ella hay que andar unos 40min desde cala mitjana por zona montañosa pero, cuando llegas, encuentras una playa de arena blanca y mar azul clarito, y muy poquita gente así que, si a mí me preguntas, la excursión merece la pena 🙂
4. cala trebalúger. su inaccesibilidad es lo que la hace especial. para llegar a ella hay que andar unos 40min desde cala mitjana por zona montañosa pero, cuando llegas, encuentras una playa de arena blanca y mar azul clarito, y muy poquita gente así que, si a mí me preguntas, la excursión merece la pena 🙂
5. cala tortuga. muy cerquita del Cap de Fàvaritx está esta playa. no tiene el color turquesa impresionante de macarella o macarelleta pero está menos abarrotada y tiene encanto.
por último, nos alojamos en esta preciosa casita. es pequeña, es muy sencilla (y las fotos no le hacen justicia, en persona es más bonita) pero tiene todo lo que necesitas. Queta, la dueña, vive a pocos metros, y es toda amabilidad y generosidad. cuando volvamos (porque volveremos :)) repetiremos alojamiento seguro.
espero que si vas en algún momento disfrutes de su belleza y potencial tanto como hicimos nosotros y que, si decides ir a alguna de los lugares que recomiento, te gusten tanto como a mí 🙂
por último, nos alojamos en esta preciosa casita. es pequeña, es muy sencilla (y las fotos no le hacen justicia, en persona es más bonita) pero tiene todo lo que necesitas. Queta, la dueña, vive a pocos metros, y es toda amabilidad y generosidad. cuando volvamos (porque volveremos :)) repetiremos alojamiento seguro.
espero que si vas en algún momento disfrutes de su belleza y potencial tanto como hicimos nosotros y que, si decides ir a alguna de los lugares que recomiento, te gusten tanto como a mí 🙂
¡Besotes!