hace poco más de un mes, la última vez que estuve en Barcelona, estuve escribiendo 3 páginas diarias por la mañana antes de empezar el día. mi madre estaba haciendo una formación y les habían propuesto, a modo de ejercicio, anotar cualquier pensamiento que tuvieran por las mañanas hasta llegar a las 3 páginas. como a mí me gusta escribir pensé en hacerlo yo también y ver qué salía de aquello. lo hice 7 días seguidos sin revisar lo que había apuntado y me llevé los papeles a Madrid. el jueves, viéndolos aún encima de mi mesa, decidí echarles un ojo y valorar si los guardaba o los tiraba.
me quedé muy sorprendida. tanto ruido en aquellas hojas…! tanto blablabla y, lo que es peor, tanto blablabla negativo: de machaque, de cuestionarme, de reprocharme, de juzgarme y de criticarme. no llegué a leerlo entero. cuando llevaba la mitad estaba agobiada de tanto parloteo y bastante horrorizada del tono de conversaciones que tengo conmigo misma sin darme siquiera cuenta.
no sé si solo soy yo. soy muy consciente de mi grado de autoexigencia y perfeccionismo pero intuyo que si más de uno se detuviera a escuchar el discurso que se repite a diario, saldría perjudicado.
recientemente he leído un libro que ha sido muy transformador para mí. quiero hablar pronto de él en el blog, esta misma semana si puedo, porque me está ayudando a cambiar mucho la perspectiva de las cosas. no sé si me habría horrorizado de la misma manera si no hubiera leído el libro, probablemente no, pero poco importa. lo que sí sé ahora es que la autocrítica, el machacarse a uno mismo, no ayuda en nada: no hace que la situación cambie y, por el contrario, va generando un sentimiento de desánimo, fracaso y culpabilización que nos hunde más y que dificulta sacar la fuerza para darle la vuelta a la situación.
de qué sirve que me repita hasta la extenuación que debería haberme levantado antes, que no debería haberme quedado mirando la serie por la noche, que debería haber estado más atenta con rícard y más amable con mi madre al teléfono, que debería estar produciendo más, generando más ingresos, que no debería haber comido eso porque me sentó mal y que debería llamar a no sé quién porque hace mucho tiempo que no doy señales de vida; que debería hacer más ejercicio para endurecer los muslos, qué debería centrarme más, definir lo que quiero, ser más productiva…? ninguno de estos pensamientos cambia un ápice de mi realidad y sí me hunden porque cada vez me siento más pequeñita, menos válida y más fracasada.
no sé si soy la única persona que tiende a machacarse de esta manera, ojalá sí, pero, si no lo soy, ahora es el mejor momento para parar y cambiar el discurso que nos decimos: para alentarnos, apoyarnos y recordarnos constantemente que hacemos lo mejor que podemos y sabemos a cada momento.
por mi parte, he cogido las 21 páginas escritas, las he agradecido por enseñarme tan claramente algo de lo que no era consciente y las he tirado a la basura; vamos a empezar de nuevo.
pd. sobre el cuidarse & sobre el amarse a uno mismo
{fotografía de Abagail Halstead para Melissa Sonico}
pd. sobre el cuidarse & sobre el amarse a uno mismo
{fotografía de Abagail Halstead para Melissa Sonico}
petonets