conducir durante hora y media; alejarte de la ciudad; desconectar del ruido que hay en tu vida; conectar contigo; escuchar el zumbido de las abejas, el piar de los pájaros y el agua de un riachuelo que corre cerca; pétalos que se reposan en tu cabeza; bienvenidas cálidas; reencuentros inesperados; personas muy inspiradoras; compañía excepcional; amigas del 2.0 que ya ocupan un lugar muy especial en la vida real; un entorno extraordinario; detalles muy elocuentes; mimo y cuidado a raudales; conversaciones que alimentan el alma; mostrar las propias vulnerabilidades; sentarse en el bosque y que pasen las horas; cocinar con los sentidos; desaprender y dejarse llevar; el olor a menta; agua de naranja y romero; la textura de los higos; fresas que se deshacen en la boca; ensuciarse las manos; sabores nuevos; aprender desde otro lugar; dejarse guiar por los sentidos; la delicadeza de los detalles; la belleza de la naturaleza; sobremesas inspiradoras; sentirse ligera; autopistas casi vacías; superar pequeños retos; llegar a casa sonriente y sosegada; sentirte muy feliz.
así viví el sábado el taller que organizaron Olga y Patricia, de Moeraki, sobre cocina sensorial y fotografía con Mía, de Albahaca Fresca. en una masía preciosa en la comarca del gironès, Can Bonet, el ritmo y vida mundanal se detuvieron por un día para dar paso a la belleza, a la inspiración y a la magia. con la cercanía, la humildad y el encanto de Mía, por primera vez miré la cocina con otros ojos: desde los sentidos. y comprendí lo que Mía tiene muy claro, que la cocina es un arte y no números. olvidarse de las cantidades, añadir sabores desconocidos… es un mundo de sensaciones, de aromas, texturas y colores que encontramos en la naturaleza. para alguien que, como yo, se mete a regañadientes habitualmente en la cocina y no se considera creativa, el ejercicio de crear tu propio plato sirviéndote de una mesa llena de posibilidades fue muy revelador y liberador.
la escuché hablar de su mirada fotográfica sentadas en el bosque mientras me planteaba cuál era la mía, qué quería mostrar yo cuando hacía una foto y me di cuenta de que lo que a mí me mueve es el detalle, captar lo imperceptible, la belleza de lo cotidiano, aquello que tenemos al alcance y que, muchas veces, pasamos por alto; esa luz, un objeto, un gesto, una mirada… me vino a la cabeza aquella frase que aprendí con Monica y que, desde entonces, me acompaña siempre: si quieres ver lo invisible, observa bien lo visible, de Manuel Álvarez Bravo.
lo que más me llegó fue escucharlas; escucharlas contar proyectos personales que estaban en marcha, proyectos incipientes, ideas que iban tomando forma… ver cómo daban salida a sus pasiones e ilusiones, sin importar la edad o profesión, eso fue pura inspiración. las conversaciones se trasladaron a la mesa, una mesa cuidada y pensada hasta el último detalle, como todo lo que hace Moeraki. y despedimos la jornada con té y chocolate en el césped, con las tazas de Arianna, sencillas, delicadas, una vajilla entera hecha a propósito para este encuentro. tuve la suerte de poder alargar todavía un rato más ese clima tan único en el coche, de vuelta, compartiendo con Silvia y Maite. cuando llegué a casa, más de 12h después de haber salido, tuve unos minutos para mí; me sentí una vez más sobrecogida por las sensaciones tan bonitas y especiales del día, por esa felicidad que emerge de dentro y que, todavía ahora, me sorprende; infinitamente agradecida a Patricia y Olga por hacer magia pura en sus eventos; y, aunque no sé si queda bien que lo diga, a mí misma: por seguir atreviéndome a salir un poco de mi zona de confort y darme la posibilidad de vivir experiencias como esta.
feliz semana ***
A ver si os acercáis algún día para el norte, jajajaja
Llevo tiempo queriendo apuntarme a uno de los encuentros organizados por Moeraki y, aunque me pilla un poco lejos, lo voy retrasando más bien por la incomodidad inicial de abandonar mi zona de confort, aunque sé que la recompensa sería cambiar confort por plenitud. A ver si me animo...
Me encantó pasar este gran día contigo.
Un abrazo!
Un abrazo,