nuestro tiempo

10 de febrero de 2020.

«[…] y lo entiendo, cada vez tenemos menos tiempo porque queremos hacer más cosas, porque tenemos más información a nuestro abasto, más posibilidades, y, por tanto, nuestras «necesidades» aumentan. pero siento que esto va en detrimento nuestro, de nuestro bienestar, porque entramos en una rueda de no parar, de estar siempre en este: «más, más, más», y nuestro cuerpo está constantemente activado y atento, constantemente esforzándose, constantemente corriendo, constantemente estresado. creo que necesitamos espacios libres de tecnología, libres de interrupciones externas; espacios de presencia, para estar y para sentirnos, para poder escucharnos e identificar qué nos dice el cuerpo, qué nos pide, y poder dárselo. estimulamos muchísimo la mente, demasiado, y esto va en detrimento del cuerpo y del alma, de lo que quiere nuestro ser. y ni siquiera la estimulamos (a la mente) positivamente, al menos no la mayoría de las veces; simplemente la acostumbramos a estar expuesta a estímulos y rodeada de ruido permanentemente.

me gustaría escribir sobre esto, pero no sé bien cómo hacerlo porque no quiero que suene aleccionador ni nada parecido, soy la primera que tengo trabajo por hacer en este terreno. simplemente es lo que pienso. quizás puedo compartirlo así tal cual, como lo estoy escribiendo ahora.

creo que son necesarios espacios de silencio, de contemplación, de no hacer. un paseo por la naturaleza sin móvil, diez minutos de baile por el placer de sentir el cuerpo, ratos de lectura sin interrupciones, espacios (aunque sean pequeñitos, cinco o diez minutos) de meditación, ir en el metro o en el bus sin chequear instagram, twitter o contestar whatsapps, simplemente estando. esto es lo que a mí me pide el alma. andar por la calle sin estar conectada a un podcast, estar en el gimnasio y dedicarme exclusivamente a lo que estoy haciendo, sin música ni otras distracciones, cocinar sin hablar por teléfono. presencia.

y esto implica renuncias, claro, porque el tiempo es finito, es el mismo para todos, pero, quizás, creando estos pequeños espacios de ser y estar, empezamos a ver la cantidad de cosas que nos sobran en el día a día y que hacemos por inercia; o porque atendemos a demandas externas que, en realidad, a nosotros no nos aportan; que hacemos porque el resto hace; que hacemos porque no queremos ni podemos sostener la insatisfacción que tal vez sentimos por no estar haciendo lo que querríamos realmente, o la incomodidad de no saber qué queremos.

creo que tenemos que empezar a ser más selectivos, más exigentes, más conscientes (¡esta es la palabra!) de a qué dedicamos nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro esfuerzo, y qué cantidad de información podemos asumir y gestionar. a lo mejor nos ayuda a sentirnos más alineados con nosotros mismos y esto baja nuestro nivel de frustración, de malestar y de estrés. porque pienso que una parte importante de la frustración personal deriva de no estar enfocados donde lo queremos estar y de sentir que, por mucho que nos esforzamos y por mucho que hacemos, nunca llegamos a todo lo que nos gustaría. quizás haciendo este ejercicio de introspección, de escucharse y de alinearse con los propios ritmos, la frustración baja y empezamos a sentir que tenemos más tiempo porque, el que tenemos, lo invertimos en aquello que es verdaderamente importante para nosotros.»

 

 

pd. desde hace unos días, cuando me levanto escribo «páginas matutinas», tres páginas a mano, cuando el cerebro no está a pleno rendimiento aún y los pensamientos que aparecen son más del subconsciente que guiados por nosotros. gran parte de las páginas de ayer trataron sobre esto, no sé por qué, y me ha apetecido compartir un fragmento aquí.

pd2. también soy consciente de que, muy a menudo, las obligaciones imperiosas del día a día (cuidar y atender a los hijos, el trabajo, etc.) absorben prácticamente todo nuestro tiempo y es muy difícil encontrar espacios para uno mismo o para no hacer nada. esto lo sabe mi mente racional, pero en las páginas matutinas esta no opera y no ha salido reflejado, y he preferido dejar el texto tal cual estaba.

pd3. hace tiempo, mucho, escribí un post sobre una comunicación más consciente que apuntaba maneras de estar más presente en la comunicación con el otro y que dejaba entrever la preocupación que ya me generaba entonces el exceso de información al que estamos expuestos a diario.

4 Comments

  • Ade
    Maravilloso bonita, me resuena muchísimo. Y estoy a años luz, sin embargo ya empiezo a sentir muy fuerte la necesidad de hacer un viaje interior. De llevar una vida más interna. Gracias por compartir!
    • drimvic
      cuánto me alegra leer esto, Ade, de verdad. gracias ***
  • Geòrgia
    Les "pàgines matinals" em porten a un llibre que vaig agafant a temps intermitents, "El camino del artista". Et sona? Serà una senyal que m'hi haig de posar de veritat? Gràcies per la reflexió, sempre arribes en un bon moment :)
    • drimvic
      sí que em sona, és el que ha fet que comencés a escriure aquestes pàgines :) feia un any que tenia el llibre i encara no l'havia començat. fa uns dies vaig llegir la introducció i la importància que donava a les pàgines matinals i vaig decidir provar-les; m'està agradant moltíssim fer-les cada matí. ara a veure si em poso amb els exercicis setmanals! m'alegra haver arribat en un bon moment :) una abraçada, Geòrgia!

Leave a comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.